CATEGORIA: Préstamos hipotecarios | FECHA: 28-12-2021
Por María Briceño y Maui Parra
New American Funding
El mercado inmobiliario está probando ser más volátil de lo que muchos piensan. Diariamente vemos cambios significativos en la manera en que el público ha reaccionado a la crisis generada por la pandemia y todos estos cambios tienen un impacto directo en el comportamiento del mercado.
Veamos cuales han sido las características más importantes del mercado inmobiliario post pandemia y cómo esto puede compararse a la última crisis hipotecaria en los Estados Unidos.
Los intereses hipotecarios suben o bajan dependiendo de muchos factores. Durante el 2020 los intereses bajaron a cifras nunca vistas, dichos cambios fueron directamente inducidos por el Gobierno Federal.
La razón por la que el Gobierno tomó esta iniciativa fue para evitar el pánico entre aquellas personas que aun querían continuar con su meta de comprar un bien inmobiliario provocando un impulso a la economía. Recordemos que, por cada transacción de bienes y raíces, por lo menos 15 puestos de empleados se ven afectados, de manera que mantener esta industria fue crucial para que la economía nacional tuviese una recuperación mucho más alentadora.
Actualmente aun cuando los intereses han subido un poco, siguen siendo históricamente bajos, pero es importante destacar que el hecho de que los intereses suban o bajen no debería ser un determinante en tu decisión de comprar una casa. Trata de que tu motivación principal sea ajustarte a tu presupuesto mensual y quedarte dentro de los límites que tú y tu familia puedan pagar sin crear desajustes a tu economía personal.
Recientes estudios conducidos por la Universidad de Harvard indican que la verdadera crisis hipotecaria se ha derivado de la escasez de inmuebles disponibles para la venta. El porcentaje de venta de casas usadas ha tenido un aumento del 20% desde septiembre del 2020 hasta febrero 2021.
En cuanto a las casas que recién se construyen los números son aún más altos con un incremento del 30% desde junio del 2020 hasta febrero del 2021.
Como pueden ver la demanda es alarmante y muchos estudios nos llevan a pensar que la demanda seguirá en aumento. No solo tenemos a los milennials entrando a edades en las que tienden a comprar su primer inmueble, sino que las tasas de interés y la inflación, que ha contribuido al alza de las tarifas de alquiler, han colaborado en hacer de esta inversión algo más atractivo que en año anteriores.
Toda esta motivación por invertir en bienes raíces ha ocurrido aun cuando el inventario ha disminuido a un ritmo alarmante. Este reducido inventario ya existía aún mucho antes de la pandemia, y se incrementó durante la era del COVID por el miedo de muchos propietarios de dejar pasar a personas a sus hogares, y la comodidad de optar por planes de aplazamiento que fueron, y siguen siendo en ciertos casos, parte del plan de estímulo económico gubernamental.
Durante la última crisis hipotecaria, muchas regulaciones que ahora tienen como meta proteger al consumidor no existían. No había regulaciones sobre lo que las entidades bancarias podían hacer o no. Una ola de inversionistas locales y foráneos encontraron un mercado donde había mucho más inventario que demanda lo que produjo mucha motivación de parte de los vendedores (contratistas y constructores) quienes facilitaban la compra de productos hipotecarios que tenían como intensión aprobar a la mayoría de los clientes sin la verificación pertinente. Muchos de esos programas ya no existen porque fueron la raíz de la crisis del 2008 que terminó afectando a la economía nacional.
Todos los factores que forman parte de una transacción inmobiliaria son variables. Los intereses pueden subir o bajar, el inventario puede aumentar o escasear, los programas pueden o no estar disponibles, pero una cosa no cambia y es tu capacidad como futuro dueño de casa de hacer un presupuesto familiar y ajustarte a él.
Es importante entender que el pago de tu inmueble no debe exceder el 35% del ingreso neto que llega a tu hogar. No compres basado en el precio de la casa, siempre trata de comprar basando tu decisión en la mensualidad.
Recuerda que tu primera casa, no será la última, comprar algo que se ajuste a tu presupuesto te sacará de tu posición de inquilino, aumentará de valor y en el futuro te dará la oportunidad de encaminarte hacia la compra de esa próxima propiedad.
Entonces, el mejor momento para comprar es el momento que tu presupuesto familiar lo permita. Si te ajustas a lo que tú y tu familia pueden pagar cómodamente, entonces no solo estarás invirtiendo de manera consciente y responsable, sino que también estarás labrando el camino a un futuro mejor para los tuyos.